España gana su cuarta Eurocopa y se convierte en el rey de Europa
España se convierte en el rey de Europa tras ganar su cuarta Eurocopa —la selección que más la ha levantado— gracias a los goles de Nico Williams y Oyarzabal. La selección de Luis de la Fuente, la que ha sido fiel a sus ideas desde la fase de clasificación y que ha sabido combinar a las nuevas perlas del fútbol español con el esqueleto Unai-Carvajal-Rodri-Morata, pasa a la historia con un 2-1 ante la Inglaterra de Bellingham y Kane. Tras una primera parte de contacto entre los dos equipos, la Selección se adelantó con un tanto de Nico que igualó Cole Palmer a falta de diez minutos para el final. Cuando la mayoría pensaban que la Euro se decidiría en la prórroga, Mikel Oyarzabal se convirtió en el héroe del partido. La guinda a una Eurocopa en la que España ha ganado a todas las grandes, desde Croacia e Italia en fase de grupos, hasta la anfitriona Alemania y Francia en eliminatoria. Una camino perfecto.
La Inglaterra de Gareth Southgate llegó a Berlín sin convencer. Ni Bellingham, ni Kane, ni Foden, salvo algún que otro destello, eran los mismos que en sus respectivos clubes. Pero ahí estaban, en otra final. Eso sí, la idea era la de siempre, la misma que en octavos, cuartos y semis: esperar abajo a tener una gran ocasión para marcar las diferencias. El balón fue para España, que de primeras tuvo una combinación de Nico Williams con Rodri que la frenó la potencia de Kyle Walker. Quebradero de cabeza para Nico en los primeros minutos. Lo volvió a intentar el del Athletic con una bicicleta y un zurdazo que taponó Stones, pero los de Luis de la Fuente se acercaban tímidamente, como con el remate a la remanguillé de Le Normand que no llegó a ver la portería de Pickford.
El intento inglés llegó por su banda derecha con una arrancada de Walker que quedó en nada gracias a la labor de Laporte. El respeto era mutuo por parte de las dos selecciones y España, que volvía a contar con su defensa titular tras la sanción de Carvajal contra Francia, también replegaban a la perfección. El juego lento ponía el partido, como pasó durante toda la Eurocopa, donde los británicos mejor se desenvuelven. Salvo por un suave lanzamiento de Fabián y un 1 contra 1 que Morata no resolvió, la ocasión más clara de la primera mitad fue de Foden que se encontró un balón, peinado por Kane, en el segundo palo. Su chut mientras caía lo paró Unai Simón.
Una jugada nació tras una desconexión de Carvajal en defensa —la única— que Bellingham robó y encontró a Harry Kane que disparó desde fuera del área con la mala fortuna que el bloqueo de Rodri propició un feo choque con Le Normand. Todos se fijaron en la rodilla del francés nacionalizado español que hizo un mal gesto, pero el perjudicado fue el pivote del City que se resintió de los isquios y no pudo seguir tras el descanso. Zubimendi le sustituyó en el descanso. Un grave disgusto, se iba al banco el mejor jugador de la Selección (y MVP del torneo), que se olvidó a los pocos segundos de la segunda mitad.
La gran conexión de los extremos españoles, que se ha ido forjando durante toda la Eurocopa, tenía que ser la que adelantase a España en la final. Lamine Yamal encontró a Nico Williams y éste cruzó con la zurda un gol que retumbó en Berlín. Celebración de los dos cumpleañeros que le siguió el vendaval español. Olmo, Morata y Nico pudieron hacer el 2-0. El del Leipzig no acertó a hacer el tanto que le convertiría en pichichi, el 7 de España cruzó demasiado ante Pickford y Nico lamió el poste con un derechazo desde la media luna. El extremo de 17 años tuvo otra que obligó al guardameta del Everton a lucirse. Controló mal el español, pero Shaw, que bajaba rápido a defender se lo comió, lo que le sirvió a Lamine para probar su zurda de oro aunque no batió al inglés.
Pero España perdonó y Southgate movió ficha. El capitán Kane fue sustituido por el héroe Watkins (quien les metió en la final) y también entró Cole Palmer, enemigo público de la Selección que ya marcó —y nos celebró en la cara— el gol que nos quitó el europeo sub-21 hace un año. Fue precisamente él quien empató el duelo. Cucurella no llegó a cubrir a Saka que asistió a Bellingham y este cedió la bola a Palmer que con su zurda, y un leve toque de Zubimendi, puso el 1-1.
En vez de ir a dar la estocada tras poner las tablas, Inglaterra empezó a pensar en una prórroga que nunca iba a llegar, porque Cucurella, redimíendose de su anterior error, se adentró por la banda izquierda para asistir a Oyarzabal que remataba un balón que iba a valer nuestra cuarta Eurocopa. El de la Real estuvo más listo que Pickford y se adelantó para meter una punterita que no olvidará nunca. La rodilla del defensor validó este histórico gol en el 86′. Tampoco olvidarán los ingleses la doble ocasión con la que pudieron volver a empatar la final: Rice y Saka cabecearon dos ocasiones que primero Unai paró y después Dani Olmo sacó en la línea. Dos destellos que se celebraron casi como el testarazo Merino ante Alemania, o el golazo por la escuadra de Lamine contra Francia, o el 3-0 ante Croacia. El resto… es historia.