España hace historia y gana el Mundial femenino sub-20 de fútbol
España ha hecho historia y ha ganado el Mundial femenino sub-20 de fútbol celebrado en Costa Rica. La selección ha conseguido su primer triunfo mundialista de la categoría tras derrotar en la final 3-1 a Japón, su verdugo hace cuatro años.
Este histórico triunfo se suma al conseguido por la sub-17 en la copa mundial de Uruguay 2018, donde se impusieron a México 2-1 en la final. Y también a la reciente Eurocopa conseguida por la sub-19 en julio de este año.
España, con la generación de Patri Guijarro, Aitana Bonmatí o Laia Aleixandri, jugadoras que actualmente juegan en la absoluta, había caído hace cuatro años en la final mundialista ante Japón, y pudo jugar la revancha en el Estadio Nacional de San José (Costa Rica). Las jugadoras que han acabado destacando son las decisivas Inma Gabarro y Salma Paralluelo, Julia Bartel o Ane Elexpuru, que se proclamaron campeonas de Europa sub-19.
Minuto a minuto
España fue ambiciosa desde el minuto uno. Salió a por las anteriores campeonas del mundo para enfrentarse a la derrota que sufrió la selección hace cuatro años. Con la entrada en el campo de las jugadoras españolas, se sometió a las japonesas a su presión y su juego de posesión, agregando la eficacia de la selección siempre necesaria en una final. Estos factores marcaron la sentencia del resultado final, la victoria de las españolas.
La selección castigó a las derrotadas en los primeros 45 minutos de juego. Las japonesas reaccionaron e hicieron pasar un mal trago a las españolas en la segunda parte, más por el agobio de la victoria que por las ocasiones reales.
El combinado de Pedro López dañó la espalda de la defensa nipona. Un gran pase de Elexpuru lo cazó la pichichi Inma Gabarro, que anotó su octavo gol en el campeonato con su precisión y pericia habituales en el minuto 12. La andaluza se ha convertido en la segunda mejor jugadora del torneo.
Otro balón a la espalda de Japón provocó que Salma Paralluelo marcase de penalti su segundo gol, el tercero del partido, cuando el equipo japonés apenas era capaz de digerir el 2-0.
Japón intenta remontar levantando el marcador
Pero a partir de ahí, el dominio de las españolas sobre el partido cambió de forma drástica. La selección japonesa se hizo con el balón y evitó, de este modo, que España volviese a acercarse a la línea de gol, ya que no pudo asomarse al área rival prácticamente en lo restante del encuentro. Sugisawa tuvo una buena ocasión para meter a las suyas en el partido antes del descanso, pero su disparo se fue cerca del palo, y el equipo de Futoshi Ikeda dio un par de sustos más para avisar de que no estaba del todo acabada la final.
El gol de Japón sucedió con el inicio de la segunda parte. En una jugada a balón parado, Amano batía a Font y llevaba algo de inquietud en el bando español, que comenzó a sufrir mucho con la velocidad y presión de su rival.
Bartel y Ariadna Mingueza se quedaron sin el balón y Gabarro y Paralluelo no pudieron ya ni amenazar. El partido se jugaba siempre en el campo de una España que sufría por ambos costados, pero que se sujetó entonces en el trabajo de la capitana Ana Tejada y de Silvia Lloris. Japón apretó, pero no encontró el premio de un nuevo gol que llevase los nervios al equipo de un Pedro López que reaccionó cambiando a tres centrales para controlar mejor el final de un duelo que entra en la historia del fútbol femenino español.